Muy amablemente, hicieron una demostración de cómo se recolecta la trufa, con ayuda de su juguetona perrita, muy bien domesticada.
¡MUCHAS GRACIAS!
Aquí podéis ver las fotos del día de la excursión.
En primer lugar, nos dirigimos a la plantación de carrasca trufera, que tuvimos la suerte de que estuviera muy cerquita del Monasterio.
Después, entramos en el Monasterio, y todos teníamos unas ganas tremendas de reponer fuerzas con nuestro almuerzo. Tanto, que algunos estaban almorzando y ya tenían ganas de empezar el bocata.
Y ahora lo interesante, cuando nos dividimos en dos grupos y mientras uno visitaba el Monasterio, el otro recorría el Museo.
Después de poner tanta atención, y emplear todos nuestros sentidos intensamente, continuamos nuestro recorrido con un agradable paseo hasta Vera del Moncayo.
Allí llegó el gran momento que todos esperábamos: EL BOCATA.
Pero también continuamos nuestro recorrido cultural por el Centro de Interpretación del Poblado Celtíbero.
¡Qué interesante!
Cuántas cosas para ver y aprender tan cerquita de donde vivimos.
¡Vaya suerte!